Los Cultivos Extensivos
La agricultura extensiva es aquella dedicada a la producción de cultivos acompañado del aprovechamiento de los recursos naturales y del suelo. Se caracteriza por realizarse en parcelas de una gran extensión y por combinar los recursos disponibles en la naturaleza con técnicas agrícolas. Todo ello conduce a que la agricultura extensiva tenga una producción por hectárea menor que la del cultivo intensivo. La combinación de los recursos naturales y técnicas agrícolas implica que el cultivo en extensivo requiere muy poca mano de obra y emplee poca maquinaria que además estará poco tecnificada.
Por otro lado, el cultivo en extensivo tiene un menor impacto en el entorno que la agricultura intensiva, haciendo de esta práctica una más sostenible a largo plazo. Este tipo de agricultura también es un recurso en muchas zonas para evitar el proceso de eutrofización (acumulación de un exceso de en el agua) por lo que protege al medioambiente. Por último, la agricultura extensiva se caracteriza por no tener grandes infraestructuras de riego siendo así una buena alternativa para el ahorro de agua lo que reduce el peligro de desertización.
Una de las diferencias entre la agricultura intensiva y la extensiva es los cultivos más habituales en cada caso, ya que las características de algunas variedades las hacen más propicias para este tipo de explotaciones. Esencialmente, son de tipo extensivo:
- Los cereales, especialmente la avena, el trigo, la cebada y el centeno.
- Las legumbres, como los garbanzos y los guisantes.
- Los frutales, como el olivo y el almendro.
- La viña, que es una de las más habituales en la zona mediterránea.
- Algunas hortalizas, como las cebollas y el melón.
La mayoría de estos cultivos de agricultura extensiva es de secano, y se limita a aprovechar los recursos hídricos fruto de la naturaleza para ofrecerles la humedad necesaria para su desarrollo. El análisis de la agricultura extensiva en España se relaciona de manera directa con tres de los cultivos más característicos de nuestro país: los cereales, la viña y los olivos.
Plantae en los Extensivos
¿Qué aporta Plantae al cultivo en extensivo?


La agricultura extensiva se caracteriza por periodos en las que el cultivo se ve sometido a un gran estrés hídrico ya que solo recibirá agua de lluvia o riegos de apoyo en años secos. Por tanto, es muy importante conocer el aporte de agua que está recibiendo la planta a lo largo del ciclo de cultivo para asegurarse que la falta de agua no implique una pérdida en una ya baja producción.
Por otro lado, el suelo en este tipo de agricultura se ve sometido a fuertes fluctuaciones de humedad. Esto lleva implícito una variación en la concentración de sales en el suelo que tendrá un impacto directo sobre la estructura del mismo. De este modo, la formación o rotura de agregados por el movimiento de sales cambiarán el comportamiento del agua en el suelo y la capacidad de la planta de absorberla y movilizar nutrientes. Es importante por tanto conocer la humedad del suelo, la concentración e incluso a qué temperatura se encuentra para poder entender la situación del cultivo y preparar actuaciones que protejan la producción basadas en la realidad del campo.
Desde Plantae, somos conscientes de que estas decisiones suponen un momento crítico en el diseño del plan productivo, por ello ofrecemos las herramientas necesarias para dirigir la gestión del riego al punto óptimo. Las lecturas de las estaciones Plantae ofrecen los datos necesarios sobre los que poder fundamentar un programa de riego por lo que cada medida tiene su función:
- Humedad: modifica en función de las medidas los ciclos de riego y cuánto regar (cantidad de agua), frecuencia, tiempo de riego, aportando a cada cultivo el agua que necesita.
- Conductividad: mantén un nivel de salinidad por debajo de los umbrales perjudiciales para tu cultivo.
- Temperatura: actuación frente a heladas y control de otros parámetros (plagas, fenología…).
- Temperatura subsuelo: control de la temperatura en tierra y correlación de datos con la temperatura del aire.
- Caudalímetro: monitorización de riegos, control de regantes, localización de incidencias.